El 25 de diciembre de 2024, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, sostuvo conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Takeshi Iwaya, en Beijing.
Wang Yi dijo que, el mes pasado, el presidente Xi Jinping y el primer ministro Shigeru Ishiba sostuvieron un encuentro en Lima, durante el cual ambas partes acordaron promover integralmente las relaciones estratégicas mutuamente beneficiosas entre China y Japón y construir las relaciones chino-japonesas constructivas y estables en concordancia con las demandas de la nueva era de acuerdo con los principios y la dirección establecidos en los cuatro documentos políticos entre China y Japón, dejando claro el rumbo para los esfuerzos futuros de ambas partes. China y Japón son vecinos cercanos, y la importancia de los lazos binacionales va más allá del ámbito bilateral. Si las relaciones entre China y Japón son estables, Asia será más estable; si Asia es estable, podrá desempeñar un papel más significativo en el mundo. Wang Yi expresó la esperanza de que Japón trabaje con China para tomar la historia como espejo, conservar siempre las aspiraciones originales, despejar las interferencias, aglutinar consensos, adherirse al posicionamiento correcto de las relaciones estratégicas mutuamente beneficiosas, respetar el importante consenso de que ambos países han de “ser socios y no amenazas”, y promover conjuntamente el desarrollo sano y estable de las relaciones China-Japón por la vía acertada.
Wang Yi presentó seis opiniones sobre el trabajo en la siguiente etapa para impulsar las relaciones entre China y Japón. En primer lugar, calibrar la percepción estratégica. Se espera que Japón se ajuste a la tendencia de los tiempos, visualice el desarrollo de China de manera objetiva y con buena voluntad y aplique una política positiva hacia China. En segundo lugar, mantener la confianza mutua entre las dos partes. Es menester acatar los cuatro documentos políticos entre China y Japón para garantizar que los cimientos de las relaciones China-Japón no se vean dañados ni sacudidos. La parte japonesa debería honrar las promesas en cuestiones trascendentales y delicadas como la historia y Taiwán. En tercer lugar, fortalecer la comunicación y el diálogo. Hace falta continuar llevando a cabo intercambios a distintas instancias y a través de múltiples canales y mejorar el entendimiento y la confianza mutuos. En cuarto lugar, perseverar en la cooperación de ganancias compartidas. Hay que explorar a fondo el potencial de cooperación en campos emergentes y mantener de forma conjunta la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales y un entorno de comercio e inversión justo y abierto. En quinto lugar, reforzar los intercambios culturales y de pueblo a pueblo para consolidar la base social y popular de la amistad entre China y Japón. En sexto lugar, manejar apropiadamente las contradicciones y las divergencias para evitar que las relaciones entre los dos países sean definidas o incluso secuestradas por las discrepancias.
Takeshi Iwaya afirmó que el encuentro entre los líderes de los dos países en Lima trazó el rumbo para los esfuerzos de ambas partes y que Japón está dispuesto a trabajar con China para mejorar la confianza mutua, coordinar la cooperación, incrementar las agendas positivas en las relaciones bilaterales, reducir los problemas pendientes, controlar adecuadamente las divergencias, promover integralmente las relaciones estratégicas mutuamente beneficiosas entre Japón y China y construir las relaciones japonés-chinas constructivas y estables. Japón acata los principios de la Declaración Conjunta Japón-China y respeta y comprende la posición de China sobre la cuestión de Taiwán. La parte japonesa sigue apegándose a la posición claramente establecida en la “Declaración de Murayama” sobre las cuestiones históricas y expresa una profunda introspección y una sincera disculpa. La cooperación práctica entre Japón y China cuenta con un enorme potencial, y se espera que los dos países creen en común más resultados tangibles, en mayor beneficio de ambos pueblos. Takeshi Iwaya extendió su agradecimiento a China por otorgar el trato de exención de visa a los ciudadanos japoneses, y dijo que Japón va a flexibilizar aún más su política de visa para facilitar el intercambio de personal entre las dos partes. La mejora de las relaciones entre Japón y China representa una oportunidad estratégica para ambos países y reviste un significado relevante para Asia y el mundo, afirmó el canciller japonés, quien agregó que Japón tiene la voluntad de avanzar de la mano con China para fomentar juntos la paz y la prosperidad regionales.
Con respecto a la cuestión de la descarga del agua contaminada con energía nuclear de Fukushima al mar, Wang Yi reiteró la posición de China de oponerse a la descarga al mar por parte de Japón y enfatizó que Japón debería cumplir con sus obligaciones internacionales y sus compromisos con China, establecer un mecanismo de monitoreo internacional a largo plazo y permitir que China realice muestreos y pruebas independientes.
Las dos partes también intercambiaron opiniones sobre cuestiones internacionales y regionales de interés común.