El 29 de abril de 2025, hora local, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, asistió a una sesión para los ministros de Relaciones Exteriores / Relaciones Internacionales de los miembros de pleno derecho y de los países socios del BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) para discutir el tema del evento: el fortalecimiento del multilateralismo.
Wang Yi dijo que la solución a los problemas en el mundo reside en defender y practicar el multilateralismo. El “BRICS ampliado”, tras su expansión, debería seguir abogando por las consultas extensivas, la contribución conjunta y los beneficios compartidos, defender las normas básicas de las relaciones internacionales, salvaguardar el sistema multilateral del comercio y construir un sistema de gobernanza global más justo y razonable.
Wang Yi afirmó que, frente al garrote arancelario blandido por Estados Unidos en todo el mundo, todos los países deberían tomar decisiones: ¿se debería permitir que el mundo vuelva a la ley de la selva que deja a los débiles a merced de los fuertes? ¿Pueden los intereses egoístas de un país prevalecer sobre los intereses comunes de todos los países? ¿Se debería dejar que se ignoren o incluso se abandonen las reglas internacionales? ¿Acaso uno puede salvarse solo simplemente mediante la transigencia y la concesión? La pregunta fundamental es: ¿hay que aceptar una hegemonía unipolar dominada por un solo país o abrazar un mundo multipolar igualitario y ordenado?
Wang Yi enfatizó que los tiempos no admiten retroceso y que la justicia está en el corazón de todos. Respecto a la guerra comercial, la respuesta de China es clara y firme: si Estados Unidos insiste en librar una guerra comercial, China luchará hasta el final; si Estados Unidos está listo para entablar negociaciones, estas deberían basarse en la igualdad y el respeto. China tiene la mirada puesta no solo en sus propios derechos legítimos, sino también en los intereses comunes de todos los países; defiende no solo la cooperación mutuamente beneficiosa, sino también las reglas internacionales; y salvaguarda con firmeza no solo la dignidad nacional, sino también un mundo justo y equitativo para toda la humanidad.