El 27 de marzo de 2025, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, se reunió con la prensa junto con el ministro para Europa y de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, tras sus conversaciones en Beijing, y expuso el significado práctico del espíritu que guio el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Francia.
Wang Yi afirmó que el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Francia en 1964 marcó un hito importante en la historia de las relaciones internacionales. En el contexto de la Guerra Fría de ese entonces, esta decisión de China y Francia demostró plenamente su visión estratégica y su iniciativa histórica como grandes países. El presidente Xi Jinping ha resumido de manera concisa el espíritu que guio el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Francia como la “independencia, el entendimiento mutuo, la visión estratégica y la cooperación de ganar-ganar”.
Wang Yi dijo que la independencia significa trascender las barreras ideológicas y geopolíticas, resistir la presión y la prepotencia y desarrollar independientemente relaciones entre países sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo de acuerdo con los propósitos y principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El entendimiento mutuo implica respetar la diversidad y las diferencias entre las civilizaciones, respetar los sistemas políticos y los caminos de desarrollo elegidos por los pueblos de todos los países a la luz de sus condiciones nacionales, persistir en la busca de terrenos comunes archivando las diferencias y en los intercambios y el aprendizaje mutuo, extraer sabiduría y nutrientes de cada uno y comprometerse con la democratización de las relaciones internacionales.
La visión estratégica significa tener en cuenta el futuro compartido de la humanidad, comprender las tendencias de los tiempos de la multipolarización mundial y la globalización económica, perseverar en el verdadero multilateralismo y promover inquebrantablemente la cooperación internacional y la gobernanza global.
La cooperación de ganar-ganar supone ir más allá de la ya establecida mentalidad de “tú pierdes y yo gano”, deshacerse de la narrativa del supuesto “rival sistémico”, adherirse a la cooperación abierta y el libre comercio, oponerse al levantamiento de muros y barreras, el desacoplamiento y el corte de cadenas, fomentar la paz mediante el desarrollo y garantizar el desarrollo a través de la paz.
En las circunstancias actuales, el espíritu que guio el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Francia puede servir como referencia práctica no solo para China y Francia, sino también para China y la Unión Europea (UE), así como para el mundo. Siempre que China y Francia defiendan y realcen el espíritu que guio el establecimiento de relaciones diplomáticas, las relaciones China-Francia sin duda mostrarán una gran vitalidad y harán nuevas contribuciones a la paz y el desarrollo mundiales.