El consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, reiteró el 6 de agosto de 2021 por la noche cuando asistió a la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del 28º Foro Regional de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN ARF, por sus siglas en inglés) la posición de la parte china sobre la cuestión del Mar Meridional de China.
Wang Yi dijo que la situación en el Mar Meridional de China es estable en general, y que la libertad de navegación y sobrevuelo está protegida de acuerdo con la ley, lo que es el resultado de los esfuerzos conjuntos de China y de los países de la ASEAN que no puede ser desprestigiado ni borrado. La parte china está dispuesta a alcanzar cuanto antes, con los países de la ASEAN, un "Código de Conducta en el Mar Meridional de China" (COC, por sus siglas en inglés) que sea eficaz, que cuente con un contenido sustancial, y que esté en línea con el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), sobre la base de la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China (DOC, por sus siglas en inglés), con miras a hacer del Mar Meridional de China un mar de paz y de cooperación. El arbitraje del Mar Meridional de China viola el principio del "consentimiento de los Estados" y el tribunal ejerció su jurisdicción ultra vires. Existen problemas obvios tanto en la determinación de los hechos como en la aplicación de las leyes en este caso. La parte china nunca ha participado en el arbitraje y, por supuesto, jamás aceptará el supuesto laudo. En los últimos años, la intervención de países fuera de la región se ha convertido en la mayor amenaza que socava la paz y la estabilidad en el Mar Meridional de China. La supuesta alegación de "no distinguir entre países dentro de la región y los países fuera de la región" ignora los derechos e intereses legítimos y legales de los países litorales del Mar Meridional de China. El abuso de la "libertad de navegación" es aún más una provocación a la soberanía y la jurisdicción de los Estados ribereños, por lo que debe ser resistido y recibir la oposición por parte de los países de la región.