El 16 de julio, hora local del Este de EEUU, la parte norteamericana arregló la entrevista del Presidente Obama con Dalai Lama en la Casa Blanca haciendo caso omiso de la firme oposición de la parte china. Este acto intervino gravemente en los asuntos internos de China, hirió el sentimiento del pueblo chino y perjudicó a las relaciones sino-estadounidenses. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China y la Embajada china en EEUU ya han hecho severas gestiones ante la parte norteamericana en Beijing y Washington respectivamente.
Los asuntos del Tíbet son puramente asuntos internos de China. Bajo un disfraz de la religión, Dalai ha venido dedicándose durante largo tiempo a actividades secesionistas contra China, por lo que es un exilado político en su esencia. La parte china se opone firmemente a cualquier forma de entrevista de dirigentes de cualquier país con Dalai, y se opone resueltamente a que cualquier país y cualquier individuo utilicen a Dalai para intervenir en los asuntos internos de China. El hecho de que la parte norteamericana permitió la visita de Dalai a EEUU y arregló la entrevista con el máximo dirigente de ese país viola gravemente las normas fundamentales de las relaciones internacionales, infringe al solemne y reiterado compromiso del gobierno norteamericano y daña las relaciones entre China y EEUU, por lo que la parte china expresa la fuerte indignación y firme oposición. Para salvaguardar el sostenido y estable desarrollo de las relaciones sino-estadounidenses, hace falta esfuerzos mancomunados de las dos partes. Instamos a la parte norteamericana a tratar seriamente la solemne posición de China, tomar inmediatamente medidas para eliminar efectos adversos, dejar de intervenir en los asuntos internos de China y cesar de azuzar y apoyar a las fuerzas secesionistas antichinas que procuran la "independencia del Tíbet ".
