PREGUNTA : Se informa de que en respuesta a la expulsión de dos buques filipinos que transportaban materiales de construcción y se acercaban al Arrecife Ren'ai por embarcaciones de la Guardia Costera de China, dijo el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jen Psaki, el 12 de marzo que la acción de China "es un movimiento provocativo que eleva las tensiones" y que "hasta la resolución de las reclamaciones que compiten en el Mar de China Meridional, no debería haber ninguna interferencia con los esfuerzos de los reclamantes para mantener el status quo" . También afirmó que Filipinas había mantenido una presencia en el Arrecife Ren'ai desde 1999. ¿Cuál es el comentario de la parte china al respecto?
RESPUESTA: Creo que los hechos relativos al Arrecife Ren'ai ya son bien conocidos por todos. En 1999 un barco de Filipinas ilegalmente " se sentó en la playa " del Arrecife Ren'ai de las Islas Nansha de China, con la excusa de "un fallo técnico". La parte china hizo gestiones de inmediato con la parte filipina que entonces hizo el compromiso inequívoco de remolcarlo fuera. Sin embargo, hasta ahora las Filipinas no ha cumplido lo que promete. No sólo no ha remolcado el barco oxidado que "se sentó en la playa" , sino que envió dos buques para el transporte de materiales de construcción al Arrecife Ren'ai con el objetivo de construir instalaciones y "mantener una presencia " en el Arrecife de China. Los barcos filipinos fueron cargados con barras de acero y cemento en lugar de alimentos. ¿Son comestibles las barras de acero? El comportamiento de la parte filipina ha infringido los derechos y los intereses de China y ha violado la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar de China Meridional. Es una provocación genuina. De manera natural la parte china tiene todo el derecho para expulsar a los dos barcos filipinos. Los comentarios hechos por la parte norteamericana no distinguen entre lo justo y lo erróneo, y son incompatibles con su condición de no ser una parte litigante. Van en contra de su compromiso de no tomar partido en las cuestiones de controversia, surten un efecto negativo para la salvaguardia de la paz y la estabilidad en el Sudeste de Asia y, en el análisis final, tampoco sirven a los propios intereses de EE.UU.