Durante los últimos días, sin tener en cuenta las solemnes gestiones y las repetidas advertencias hechas por China, Estados Unidos ha permitido obstinadamente el “tránsito” de Tsai Ing-wen, líder de la región de Taiwán, a través de Estados Unidos. El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, el tercer funcionario de más alto rango del Gobierno estadounidense, sostuvo una reunión de alto perfil con Tsai, y otros funcionarios y legisladores estadounidenses también tuvieron contacto con Tsai, proporcionando una plataforma para sus comentarios secesionistas en pos de la “independencia de Taiwán”. En esencia, Estados Unidos se ha coludido con Taiwán y ha utilizado como pretexto el “tránsito” para permitir a los secesionistas por la “independencia de Taiwán” realizar actividades políticas en Estados Unidos, llevar a cabo interacciones oficiales entre Estados Unidos y Taiwán y elevar las relaciones sustanciales entre Estados Unidos y Taiwán. Tales actos han violado gravemente el principio de una sola China y las disposiciones de los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos, han perjudicado seriamente la soberanía y la integridad territorial de China, y han enviado señales gravemente erróneas a las fuerzas secesionistas por la “independencia de Taiwán”. China se opone resueltamente a estos actos y los condena enérgicamente.
El principio de una sola China es un consenso universal de la comunidad internacional y una norma básica en las relaciones internacionales, y también constituye el requisito previo y la base para el establecimiento y el desarrollo de las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos. En los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos, Estados Unidos ha asumido compromisos inequívocos sobre el mantenimiento de relaciones no oficiales con Taiwán. Sin embargo, durante mucho tiempo, Estados Unidos se ha apegado obstinadamente a la estrategia de “utilizar a Taiwán para contener a China” y ha violado los compromisos asumidos. Estados Unidos ha estado cruzando la línea y realizando provocaciones en temas como los intercambios oficiales entre Estados Unidos y Taiwán, la venta de armas y la colusión militar con Taiwán, y el apoyo a los esfuerzos de Taiwán para ampliar su llamado “espacio internacional”, y ha oscurecido y vaciado continuamente el principio de una sola China. Desde que asumió el cargo, Tsai Ing-wen se ha negado a reconocer el Consenso de 1992, que encarna el principio de una sola China, ha tolerado, apoyado y promovido varios tipos de palabras y acciones secesionistas en pos de la “independencia de Taiwán” en la isla, y ha buscado impulsar una “independencia” gradual bajo varios pretextos. Esto ha sometido las relaciones entre ambos lados del estrecho de Taiwán a serias dificultades.
La cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses medulares de China. Para las relaciones chino-estadounidenses, esta cuestión constituye la primera línea roja que no se puede cruzar. La secesión por la “independencia de Taiwán” es nada compatible con la paz y la estabilidad del estrecho de Taiwán, como el agua y el fuego. La búsqueda de la “independencia de Taiwán” no conducirá a ninguna parte. En respuesta a los seriamente erróneos actos de colusión entre Estados Unidos y Taiwán, China tomará medidas resueltas y enérgicas para salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial. Instamos una vez más a Estados Unidos a acatar el principio de una sola China y las disposiciones de los tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos; poner en práctica con acciones el compromiso del líder estadounidense de no apoyar la “independencia de Taiwán” ni apoyar “dos Chinas” o “una China, un Taiwán”; detener inmediatamente todas las formas de interacción oficial entre Estados Unidos y Taiwán; dejar de elevar sus relaciones sustanciales con Taiwán; abstenerse de crear factores que puedan generar tensiones en el estrecho de Taiwán; dejar de utilizar a Taiwán para contener a China; y no seguir avanzando por el camino equivocado y peligroso.