"Venimos por la Paz"

Discurso Pronunciado por el Ministro Asistente Shen Guofang en el Seminario sobre el Mantenimiento Internacional de la Paz "Retos de las Operaciones de Paz en el Siglo 21"
2004-11-03 00:00

 (Beijing, 3 de Noviembre de 2004)

Estimado Coronel General Xiong Guangkai,

Señoras y señores:

Sean mis primeras palabras para extender calurosas felicitaciones a este Seminario por su celebración y formular votos por su éxito.

El mundo ya entró en el siglo 21 y la situación internacional está experimentando profundos y complejos cambios. La noble causa del progreso de la humanidad enfrenta una oportunidad histórica y a la vez afronta desafíos sin precedentes. En el ámbito mundial, las fuerzas en defensa de la paz aumentan continuamente, las condiciones para promover el desarrollo siguen mejorando, y buscar la paz y la estabilidad y procurar el desarrollo y la prosperidad representan la aspiración común de los pueblos de los diversos países.

Mientras tanto, se multiplican todo tipo de amenazas y retos globales. Los problemas de seguridad tradicionales como son contradicciones étnicas y disputas territoriales aún no están arreglados, y los no tradicionales tales como el terrorismo, los crímenes transnacionales y los estragos de las enfermedades se vuelven diariamente más graves. El desequilibrio del desarrollo resulta más agudo y se amplia más la diferencia entre el Sur y el Norte. En una situación como ésta caracterizada por la globalización, dichas amenazas y desafíos, que están interrelacionados y entretejidos y se constituyen mutuamente la causa y el efecto, han aumentado extremadamente la dificultad para su solución. La guerra de Irak ha revelado además que las herramientas y los medios de la comunidad internacional para hacer frente a las amenazas adolecen de profundas contradicciones y divergencias.

Hemos llevado largo tiempo en estudiar cómo responder eficazmente ante los diversos amenazas y retos globales, pero por lo que se ve no hemos encontrado todavía soluciones muy eficaces. Creo que sin la seguridad universal la seguridad de un determinado país sólo puede ser transitoria, y sin un desarrollo común el de una sola Nación tampoco puede ser duradero. Para alcanzar la paz y el desarrollo de toda la humanidad, es indispensable persistir en el multilateralismo, fortalecer la acción colectiva, promover la cooperación internacional, y por encima de todo reforzar incesantemente el papel y la autoridad de las Naciones Unidas.

Señoras y señores,

La ONU que se estableció sobre las ruinas de la Segunda Guerra Mundial tiene como tarea primordial salvaguardar la paz mundial y como concepto esencial la seguridad colectiva. En el transcurso de cerca de 60 años, la ONU ha atravesado muchas vicisitudes y ha hecho relevantes contribuciones al mantenimiento de la paz y la seguridad mundiales. En este sentido, son imborrables los méritos de las 59 operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU que abarcan tanto grupos de supervisión de armisticio como la Misión de Estabilización en Haití.

La operación de mantenimiento de la paz ha venido desarrollándose paso a paso en la práctica tras haber pasado Naciones Unidas una serie de crísis. Aunque no está explícitamente establecida en la Carta de la ONU, corresponde por completo a sus propósitos y principios y ha llegado a ser uno de los medios más importantes y eficaces para practicar el multilateralismo y realizar la seguridad colectiva en el campo de la paz y seguridad internacionales. Para los millones y millones de seres que sufren los conflictos, el "casco azul" es el símbolo de la paz y llega a ser a veces su esperanza más ardiente. En comparación con unos cien mil millones de dólares de pérdidas causadas cada año por los conflictos, las inversiones en las operaciones de mantenimiento de la paz resultan insignificantes, pero enormes son los dividendos de la paz que aportan. Es por lo tanto reviste un importante significado reforzar estas operaciones.

En la actualidad, es verdad que las operaciones de la ONU para el mantenimiento de la paz tienen por delante una nueva situación y nuevos desafíos que se centran, a mi modo de ver, en las siguientes dos contradicciones:

Primera, la contradicción entre la expectativa y la realidad. Naciones Unidas está ejecutando ahora 16 misiones de paz con un personal total de más de 70 mil efectivos y un presupuesto de 4 mil millones de dólares para este año. Sin embargo, aumentan continuamente las nuevas demandas de misiones y a su vez se elevan más y más las expectativas de las diversas partes al respecto. Esto demuestra de un lado el éxito de las operaciones de mantenimiento de la paz y, de otro lado, hace que el personal y los recursos financieros de la ONU dedicados a esta acción se muestren aún más insuficientes. Algunas personas afirman que las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU han llegado casi al límite de sus fuerzas y está agotada su capacidad para reaccionar rápidamente. Puede ser un poco exagerado, pero hay que prestarle mucha atención.

Segunda, la contradicción entre la tarea y la capacidad. Debido al cambio del carácter de las amenazas de seguridad y los conflictos y la diversificación de las causas de estos últimos, las operaciones de mantenimiento de la paz se han ampliado en forma y contenido, y sus funciones se han extendido de la supervisión del cese del fuego y la retirada de tropas a muchos otros niveles y campos como son asistencia a la transición política, reconstrucción económica, repatriación de refugiados, ayuda humanitaria, supervisión de elecciones así como desarme. En estas circunstancias, tanto por la innovación de conceptos y planeamiento general como por el rápido despliegue y logística, e incluso por la disciplina e idiomas del personal a cargo del mantenimiento de la paz, es necesario introducir un importante mejoramiento o reforzamiento en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU.

Señoras y señores,

Con miras a reforzar la operación de la ONU para el mantenimiento de la paz, hacen falta la reiteración por los Estados miembros del compromiso con la acción colectiva y el multilateralismo y la movolización de los necesarios recursos políticos, financieros y humanos, y además es indispensable que la operación de mantenimiento de la paz avance por sí misma con los tiempos y que se reforme de manera razonable y necesaria. En mi opinión, la clave es tratar bien las siguientes dos relaciones:

Primera, la relación entre la heredación y la reforma. Son excelentes el marco y el principio fundamentales que guían la operación de mantenimiento de la paz, y se debe adherir a ellos y en especial en lo que se refiere a los siguientes tres aspectos: 1. La llave para la solución de un problema está en las manos de las partes en conflicto. La operación de mantenimiento de la paz debe poner su acento en el despliegue de la superioridad política de la ONU y su función integral, en lugar de destacar unilateralmente la función militar. 2. Al disponer una operación hay que evitar la práctica selectiva o adoptar un doble rasero. 3. Es necesario acatar los propósitos y principios de la Carta de la ONU y otras normas relacionadas con el mantenimiento de la paz. Por supuesto la operación de la ONU debe concordar con la nueva situación y la nueva demanda, y sobre todo fortalecer la planificación integral, elevar la eficacia de la acción, incrementar la capacidad de reacción rápida y acelerar el entrenamiento del personal. En este sentido, el Informe Prahimi planteó no pocas propuestas constructivas, y vale la pena que los países miembros sigan estudiándolas concienzudamente, amplíen el consenso y las lleven oportunamente a la práctica para evitar que dichas propuestas queden para siempre en el papel. También esperamos que el Panel de Alto Nivel para la Reforma de la ONU formule ideas y proposiciones estratégicas.

Segunda, la relación entre el liderazgo y la colaboración. La responsabilidad primordial para el mantenimiento de la paz y la seguridad del mundo descansa en el Consejo de Seguridad y el liderazgo para la operación de mantenimiento de la paz pertenece al mismo Órgano. Pero el Consejo de Seguridad no puede monopolizarlo todo y es necesario establecer un nuevo tipo de relación de socios que cubre entre otros tres aspectos: 1. El Consejo de Seguridad debe intensificar la comunicación con la Secretaría y el país que aporta contingente militar, conforme a su resolución 1353. 2. El Consejo de Seguridad tiene que estrechar la coordinación con otros organismos de la ONU poniendo en pleno juego la ventaja relativa y la iniciativa de éstos, especialmente en la eliminación de la causa del conflicto. 3. La ONU debe coordinar con las organizaciones regionales y hacer valer suficientemente su papel bajo la condición previa del mantenimiento del liderazgo del Consejo de Seguridad. Además en una operación de mantenimiento de la paz hace falta prestar suma atención a la coordinación entre los departamentos militar, policial y civil. También quisiera destacar que la demanda de la operación de mantenimiento de la paz proviene principalmente de Africa. Es por eso que la ONU debe inclinarse hacia este continente en sus operaciones y el Consejo de Seguridad debe reforzar la orientación y el apoyo a las organizaciones regionales africanas.

Soñoras y señores,

China aplica una política exterior independiente y de paz. Abogamos siempre por el reforzamiento del papel de la ONU, apoyamos a la ONU a jugar su rol preponderante en los importantes temas que atañen a la paz y la seguridad del mundo, y participamos activamente en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU.

Desde finales de los años 80 del siglo pasado, China ha participado en 15 operaciones y ha aportado más de 3000 personas entre militares, policías y funcionarios civiles. En 2002 nos adherimos al mecanismo de disponibilidad para la operación de mantenimiento de la paz. En 2003 China envió un contingente de ingenieros y médicos a la misión en la República Democrática del Congo. Fue la primera vez que China aportó una formación de tropas no combatientes a una operación en Africa. Y en ese mismo año, China envió a la misión en Liberia la más numerosa unidad hasta ahora. Este año hemos mandado a Haití un cuerpo antidisturbio integrado por 125 agentes. Se trata de la primera vez que China participa en una operación de la ONU en el Hemisferio occidental y que envía una formación de agentes de policía.

En estos momentos, unos mil chinos están en la misión de paz repartidos en 12 regiones. Observan estrictamente la disciplina, reúnen altas cualidades y han hecho contribuciones a la operación de mantenimiento de la paz de la ONU. Son dignos hijos e hijas de China y de la ONU. Me permito citarles un ejemplo. En Congo (Kinshasa), un soldado uruguayo que no pertenece al área del contingente chino escribió en el reverso de su insignia la siguiente frase: "Envíenme al hospital chino en caso de resultar yo herido". Esto significa la plena confianza en la unidad sanitaria china.

Quiero reafirmar en esta ocasión que el Gobierno chino continuará ampliando su participación en la operación de mantenimiento de la paz de la ONU, con el propósito de hacer mayores contribuciones a la paz y la seguridad del mundo y al fortalecimiento del papel de la ONU.

En mayo de este año, un difunto soldado chino en misión de paz llamado Fu Qingli fue galardonado con la Condecoración Hammarskjöld. Este joven de 26 años ofrendó su preciosa vida en aras del proceso de paz de Congo (Kinshasa). Quisiera terminar mi intervención con una frase suya que reza: "Venimos por la paz".

Gracias.

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