El 23 de septiembre de 2022, hora local, el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.), Antony Blinken, en la Misión Permanente de China ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Wang Yi afirmó que la actual relación chino-estadounidense ha sufrido un gran impacto, cuyas lecciones debe aprender la parte estadounidense. Las relaciones entre China y EE.UU. se encuentran en una coyuntura crítica, y es urgente que ambas partes establezcan un camino correcto para que las dos potencias se lleven bien de manera responsable con el mundo, con la historia y con los dos pueblos, y para promover la estabilización de las relaciones entre los dos países.
Wang Yi expresó ampliamente la severa posición de China sobre los recientes errores de la parte estadounidense en la cuestión de Taiwán. Añadió que la cuestión de Taiwán está en el centro de los intereses fundamentales de China y tiene tanto peso como la Montaña Tai en el corazón del pueblo chino. Salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial es nuestra misión y nunca ha sido ambigua. Estados Unidos tiene un claro compromiso político con China en la cuestión de Taiwán. Tanto los tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses como la actual administración estadounidense han declarado repetidamente que no apoya la "independencia de Taiwán". Sin embargo, las acciones de Estados Unidos van en contra de esto, intentando socavar la soberanía y la integridad territorial de China, impidiendo la reunificación pacífica de China, participando en el llamado "controlar China con Taiwán", e incluso pretendiendo abiertamente ayudar en la defensa de Taiwán, enviando una señal muy equivocada y peligrosa. La parte estadounidense debería retomar los tres comunicados conjuntos de Estados Unidos y China y el principio de una sola China en su forma original, reafirmar la política de una sola China de forma limpia y declarar claramente su oposición a todo tipo de actividades secesionistas de "independencia de Taiwán".
Wang Yi subrayó que la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China y que Estados Unidos no tiene derecho a interferir de ninguna manera en la resolución de China. La posición de China sobre la resolución de la cuestión de Taiwán es coherente y clara, y seguirá adhiriéndose a la política básica de "reunificación pacífica y un país con dos sistemas". Una solución pacífica y la secesión de la "independencia de Taiwán" del país son incompatibles entre sí. Cuanto más proliferen las actividades de "independencia de Taiwán", más disminuirá la posibilidad de una solución pacífica. Si queremos mantener realmente la paz en el estrecho de Taiwán, debemos oponernos claramente y detener cualquier acto de "independencia de Taiwán".
Wang Yi añadió que las dos grandes potencias, China y Estados Unidos, tienen tanto intereses comunes como profundas diferencias, y esto no cambiará. Ambas partes sabían desde el primer día de contacto que se trataba de países con sistemas diferentes, lo que no les impedía cooperar en base a intereses comunes y no debía ser motivo de confrontación entre China y EEUU. Espera que la parte estadounidense corrija su percepción de China, reflexione y cambie su política hacia este país, basada en la contención y la supresión, y deje de intentar tratar con los chinos sobre la base de su posición de fuerza, deje de pensar siempre en bloquear el desarrollo de China y deje de dedicarse a la intimidación unilateral en todo momento. Es necesario crear una buena atmósfera para que ambas partes reanuden una interacción normal, y promover la vuelta de las relaciones entre China y Estados Unidos a una vía de desarrollo saludable y estable.
Blinken dijo que las relaciones entre Estados Unidos y China se encuentran actualmente en un período difícil, y que se ajusta al interés de ambas partes promover que las relaciones bilaterales vuelvan a ser estables. Los dos países han gestionado con éxito sus diferencias en el pasado, y Estados Unidos está dispuesto a comunicarse y dialogar abiertamente con China para evitar malentendidos y encontrar un camino a seguir. Blinken reiteró que Estados Unidos no busca una "nueva guerra fría", que la política de una sola China no ha cambiado y que no apoya la "independencia de Taiwán".
Las dos partes también intercambiaron opiniones sobre la situación de Ucrania y otros temas.
Ambas partes consideraron que la reunión fue franca, constructiva e importante y acordaron seguir manteniendo la comunicación.
