El 12 de agosto de 2004, el Embajador Zhang Yishan, Representante Permanente Interino de la República Popular China en las Naciones Unidas solicitó una audiencia a la Vicesecretaria General Ejecutiva de las Naciones Unidas, Sra. Louise Fréchette, para hacer gestiones y entregarle una carta dirigida al Secretario General Kofi Annan sobre el planteamiento por parte de Chad y un pequeño número de países del problema de la llamada "participación" de Taiwán en las Naciones Unidas.
Zhang Yishan señaló: A instigación de las autoridades de Taiwán, Chad y un pequeño número de países han planteado una vez más el problema de la llamada "participación" de Taiwán en las Naciones Unidas para que sea considerado en la próxima sesión de la Asamblea General. El propósito de semejante acto reside nada más que en crear "dos Chinas" o "una China, un Taiwán" en las Naciones Unidas. El Gobierno y el pueblo de China condenan enérgicamente y se oponen firmemente a este acto que constituye una brusca intervención en los asuntos internos de China. En el mundo existe una sola China. La resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas estipula inequívocamente que los representantes del Gobierno de la República Popular China son los únicos legítimos representantes de China en las Naciones Unidas. Por lo tanto, el problema de la representación de China en las Naciones Unidas ya se resolvió definitivamente en los términos político, legal y de procedimiento. Ya que Taiwán es una región de China, la representación de China en las Naciones Unidas abarca Taiwán naturalmente, y no existe en absoluto tal problema como la llamada "representación de Taiwán en las Naciones Unidas".
Zhang Yishan expresó: Todos los Comités Generales de las sesiones sucesivas de la Asamblea General desde 1993 se han negado rotundamente a incluir el problema de la "participación de Taiwán en las Naciones Unidas" en la agenda de la Asamblea General. Esto ha mostrado plenamente que la adherencia al principio de una sola China es un consenso de la comunidad internacional y también ha demostrado que las autoridades taiwanesas carecen de todo apoyo y están destinadas al fracaso en su esfuerzo por dividir a China mediante la "participación" de Taiwán en las Naciones Unidas. Apreciamos altamente la justa posición de las Naciones Unidas y el inmenso número de Estados miembro de la ONU que siguen de manera insistente el principio de una sola China. Tenemos toda razón para creer que en nuestra justa causa de salvaguardar la soberanía estatal y la integridad territorial, el Gobierno y el pueblo de China seguirán contando con su comprensión y apoyo.
Fréchette expresó: La posición de China sobre la cuestión de Taiwán es conocida por todo el mundo. La Secretaría General y el Secretario General de las Naciones Unidas han adherido invariablemente y observado estrictamente la resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General. Ella ha tomado nota de que el proyecto de resolución presentado por un pequeño número de países sobre el problema de la "participación" de Taiwán en las Naciones Unidas había sido rechazado varias veces por los Comités Generales de las sesiones sucesivas de la Asamblea General de la ONU, e informará al Secretario General de la posición de la parte china y le hará llegar la carta.
Carta del Embajador Zhang Yishan al Secretario General Kofi Annan
12 de agosto de 2004
Excelentísimo Sr. Kofi Annan
Secretario general de las Naciones Unidas
NUEVA YORK
Vuestra Excelencia:
El 10 de agosto de 2004, Chad y un pequeño número de otros países dirigió una carta (A/59/194) a usted, pidiendo que un ítem suplementario titulado "cuestión de la representación de los 23 millones de taiwaneses en las Naciones Unidas" sea incluido en la agenda de la 59ª sesión de la Asamblea General. Por la presente, me permito exponer solemnemente, por instrucciones, la siguiente posición de China:
1. A instigación de las autoridades de Taiwán, los arriba mencionados países, en desafío de la resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General, han planteado una vez más el problema de la llamada "la participación" de Taiwán en las Naciones Unidas para que sea considerado en la próxima sesión de la Asamblea General. El propósito de semejante acto reside nada más que en crear "dos Chinas" o "una China, un Taiwán" en las Naciones Unidas. Esto no sólo constituye una violación flagrante de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, sino que también un abierto desafío al principio de una sola China ampliamente reconocido por la comunidad internacional. El Gobierno y el pueblo de China condenan enérgicamente y se oponen firmemente a esta brusca intervención en los asuntos interiores de China.
2. Taiwán ha sido una parte inseparable del territorio de China desde tiempos antiguos. La "Declaración del Cairo" de 1943 y la "Proclamación de Potsdam" de 1945 han reafirmado en términos inequívocos la soberanía de China sobre Taiwán como una materia del derecho internacional. Hay una sola China en el mundo, y el Gobierno de la República Popular China es el único gobierno legal que representa la China entera. Esta es una realidad objetiva que no puede cambiarse por nadie. Hasta la fecha, más de 160 países en el mundo mantienen las relaciones diplomáticas con China, y todos ellos reconocen el principio de una sola China y reconocen que Taiwán es una parte de China. La ONU también ha adherido de forma consistente a estos principios.
3. Ya en 1971, la 26ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó por mayoría aplastante la histórica resolución 2758 (XXVI), que estipula inequívocamente que los representantes del Gobierno de la República Popular China son los únicos legítimos representantes de China en las Naciones Unidas. Por lo tanto, el problema de la representación de China en las Naciones Unidas ya se resolvió definitivamente en los términos político, legal y de procedimiento. Ya que Taiwán es una región de China, la representación de China en las Naciones Unidas abarca Taiwán naturalmente, y no existe en absoluto tal problema como la llamada "representación de Taiwán en las Naciones Unidas". La resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas no sólo ha reflejado la voluntad del inmenso número de Estados miembros, sino que también encarnado los propósitos y principios de la Carta constitucional de las Naciones Unidas y reforzado la universalidad de las Naciones Unidas. Será inútil todo intento de tergiversar e incluso negar la resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
4. las Naciones Unidas son una organización intergubernamental compuesta de Estados soberanos. Como una parte de China, Taiwán no está calificado de ninguna manera para "participar", bajo ningún nombre ni pretexto, en el trabajo o actividades de las Unidas Naciones o sus agencias especializadas. Ningún Estado soberano en el mundo permitirá que una de sus provincias o regiones participe en el trabajo o actividades de las Naciones Unidas, una organización compuesta de Estados soberanos. Todos los Comités Generales de las sesiones sucesivas de la Asamblea General desde 1993 se han negado rotundamente a incluir el problema de la "participación de Taiwán en las Naciones Unidas" en la agenda de la Asamblea General. Esto ha mostrado plenamente la determinación del inmenso número de Estados miembros de la ONU a salvaguardar la Carta constitucional de ONU y la resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y también ha demostrado que las autoridades taiwanesas carecen de todo apoyo en su esfuerzo por dividir a China planteando el llamado problema de "la participación de Taiwán en las Naciones Unidas".
5. La cuestión de Taiwán es puramente un asunto interno de China. La posición del Gobierno chino sobre esta cuestión es firme y claro. Nosotros hemos adherido de forma perseverante a la orientación fundamental planteada por el Sr. Deng Xiaoping sobre "la reunificación pacífica y un Estado, dos sistemas" y a la proposición de ocho puntos del Sr. Jiang Zemin en el sentido de desarrollar las relaciones de ambos lados del estrecho y promover la reunificación pacífica de la patria. La adherencia al principio de una sola China es la base para el desarrollo de las relaciones de ambos lados del estrecho y la realización de la reunificación pacífica. El Gobierno chino ha declarado repetidamente que con la premisa de una sola China puede discutirse todo problema entre los dos lados del estrecho, incluso el alcance de la participación de la región del Taiwán, en su calidad correspondiente, en las actividades económicas, culturales y sociales internacionales. Hemos trabajado vigorosamente para promover los intercambios y las visitas entre ambos lados del estrecho en los campos económico, cultural y otros, y hecho incansables esfuerzos por la pronta realización de los "tres lazos directos" (de servicios de comercio, correo y navegación aérea y marítima).
Sin embargo, en los recientes años, los líderes de la región del Taiwán se han negado a reconocer el principio de una sola China y han persistido obstinadamente en su posición separatista de "independencia de Taiwán", poniendo un obstáculo tras otro al establecimiento de los "tres lazos directos" y en otras áreas. Las autoridades de Taiwán se han dedicado con desenfreno a sus actividades separatistas de "independencia de Taiwán" y han desafiado repetidamente al principio de una sola China, empujando las relaciones entre los dos lados del estrecho al borde peligroso y amenazando gravemente a la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán y la región de Asia-Pacífico. Al mismo tiempo, han hablado sobre el "establecimiento de un marco para estabilizar las relaciones entre ambos lados del estrecho". Sus actos engañosos que sólo les exponen aún más, se han encontrado inevitablemente con la unánime oposición internacional.
El Gobierno chino ha hecho desde el comienzo mismo incansables esfuerzos por promover las relaciones entre los dos lados del estrecho y la reunificación pacífica de China. Estamos dispuestos a esforzarnos al máximo y mostrar nuestra mayor sinceridad para resolver el problema de Taiwán por medios pacíficos. Sin embargo, nunca toleraremos la "la independencia de Taiwán" ni permitiremos a nadie que separe Taiwán de China. La defensa de la soberanía estatal y la integridad territorial y la pronta realización de la completa reunificación de la patria constituyen la aspiración común y decisión firme de los 1.3 mil millones de chinos, incluyendo a nuestros compatriotas de Taiwán, y esto no lo puede cambiar ni detener nadie ni ninguna fuerza.
6. El respeto a la soberanía estatal y la integridad territorial y la no intervención en los asuntos internos de otros países son importantes principios consagrados en la Carta constitucional de la ONU y han sido altamente apreciados por todos los países en el mundo. China ha seguido invariablemente estos principios en sus relaciones con otros países. China nunca ha hecho nada que dañara a los intereses de los países patrocinadores de antedicho proyecto de resolución. Pero, estos países han perjudicado a los intereses nacionales de China y herido los sentimientos de del pueblo chino en la cuestión de Taiwán. Su proceder también ha perturbado gravemente el trabajo de la Asamblea General y malgastado los recursos de las Naciones Unidas. Exhortamos enérgicamente a estos países a que cambien su posición, observen estrictamente la Carta de la ONU y la resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General y adopten en la cuestión de Taiwán la misma posición de la gran mayoría de Estados miembros de las Naciones Unidas. Apreciamos altamente la justa posición de las Naciones Unidas y el inmenso número de Estados miembro de la ONU que perseveran en el principio de una sola China. Tenemos toda razón para creer que en nuestra justa causa de salvaguardar la soberanía estatal y la integridad territorial, el Gobierno y el pueblo de China seguirán contando con su comprensión y apoyo.
Tengo el honor de pedir a Vuestra Excelencia la circulación de esta carta como un documento oficial de la 59ª sesión de la Asamblea General bajo el ítem 25 de su agenda provisional.
Zhang Yishan
Embajador Extraordinario y Plenipotenciario
y Representante Permanente Interino de
la República Popular China en las Naciones Unidas